Zinnia Elegans

La alegría de la niña 

El nombre de esta colorida flor hace que mis recuerdos se movilicen y viajen hasta mi infancia, donde me puedo ver riendo a carcajadas mientras jugaba por los pasillos de mi colegio con mi amiga Zinnia. Y tú te preguntarás ¿para qué te cuento yo esto?, así que te voy a contar. 

La Zinnia es una preciosa flor colorida, colorada, roja, con un centro brillante y amarillo. Además, tiene muchos pétalos que le dan un volumen muy especial, casi llegando a parecer la gran falda de una mujer alegre. El remedio floral basado en esta preciosa flor hace parte del sistema floral de California (FES) y tiene virtudes maravillosas que sobre todo agradecerá nuestra niña, niño o niñe. 

¿Recuerdas en qué lugar de ti dejaste encerrada tu alegría liviana de la infancia? ¿En qué habitación de tu ser se quedó esa frescura, esa esencia de tu niña que cada vez que puede intenta salir para jugar un rato, aunque tú o yo, con nuestros intentos de seriedad, no le acompañemos y seamos sus cómplices de juego? 

Zinnia nos recuerda el valor y el buen remedio de la alegría, nos ayuda a recuperar el buen humor, la capacidad de sorprenderse y emocionarse, para disfrutar más plenamente de la vida. Es una excelente compañera para que recordemos reírnos de nosotras mismas, nos ayuda a ser más cómplice de nuestra niña interna, pudiendo recobrar lo lúdico de la vida. La esencia de este preparado nos susurra que si nos tomamos tan enserio a nosotras mismas es muy probable que lo rígido, lo duro y lo pesado lleguen a nuestro cotidiano con mucha facilidad. Esta flor nos aporta un gran disfrute dentro de lo cotidiano, permitiendo un mayor placer en la sexualidad y, por supuesto, en la vida. Se usa para tensiones generalizadas en las relaciones y en especial las de pareja. Asimismo,  contribuye a tener una mejor comunicación con los hijes. 

Alguna vez escuché a otra mujer reflexionar acerca de cómo algunas mujeres hemos perdido la alegría, cómo hemos cerrado el pecho y hemos permitido que la seriedad, la rigidez y las presiones externas e imposiciones sociales encierren  a nuestra niña en un lugar donde pocas veces la visitamos. Visitar a nuestra niña es fundamental para que ella nos recuerde que el juego de la vida, ese que vinimos a gozar, es para disfrutar. Aquella mujer enfatizaba como habíamos perdido la risa y la medicina de la alegría. 

Recuerdo como alguna vez buscando la imagen de una mujer alegre para tener un referente visual, aparecen en las tres primeras páginas de mi búsqueda mujeres o con cara de conquistar a alguien más, con cara casi como de enferma o mujeres con pequeñas risas y sonrisas posadas. ¿Esa es la imagen que tenemos de mujer feliz, me pregunté? Y, si es así, ¿dónde quedaron la risas salvajes, la carcajada suelta y el disfrute desatado? Quizá es una buena pregunta para hacernos. 

Esta divertida y colorida flor nos ayuda a reír y, cuando nosotras reímos, nuestro cerebro libera una hormona llamada beta-endorfina la cual lleva a nuestra mente un mensaje positivo, así como cuando me vi jugando con mi amiga Zinnia en los pasillos del colegio, riendo y resbalándonos por el suelo de baldosa que la persona que aseaba el colegio acababa de encerar. 

Deseo que si la seriedad a veces se hace dueña de tu vida puedas conocer y probar este festivo remedio floral y retornar a la medicina deliciosa de la risa. 

Recuerda que puedes trabajar con la imagen de la flor o si estas frecuentando a una terapeuta floral y al leer el artículo resonaste con lo narrado, puedes proponerle que quieres experimentar con este preparado floral. 

¡Floreciendo me lleno de vida! 

Melisa Vargas Ojeda 

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mimareadevenus@gmail.com

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