Tu sexualidad y tus ancestros

¿Alguna vez has reflexionado sobre la importancia de traer tu ser al presente y actualizarte y liberarte del pasado grabado en tu mente y cuerpo que derivan en enfermedad? 

Muchas patologías no se fundamentan ni se originan de un patógeno externo como el clima o la mala  alimentación sino que son resultado de los significados que damos a lo que nos ha pasado no sólo a nosotros sino también a nuestros padres, abuelos y demás ancestros ya que de ellos heredamos cosas buenas y malas que registramos a nivel mental y corporal. 

¿Por qué tengo miedo a ciertas cosas si no me ha pasado nada que tenga que ver con eso? 

¿Por qué tengo ciertas respuestas que no comprendo frente algunos estímulos? 

A veces nos creemos muy nosotras pero la realidad es que tú no eres tan tú, eres en gran medida lo que esperan de ti, lo que te han dicho que tienes que ser, lo que te ha condicionado la política, la religión, la educación y eso no está mal, es parte de tu identidad, el problema es cuando sólo eres eso y has olvidado que hay muchos dones dentro tuyo que te hacen única y especial y  que están desaprovechados por que estás viviendo la vida de tu abuela, la de tu madre y cumpliendo expectativas del entorno. 

Tú en esta vida tienes la opción de usar tu libertad para poder crecer evolutivamente desde el origen, desde la base de la que todos venimos que es el sexo y que hoy se usa de manera involutiva desligado de los otros centros poderosos que tenemos los seres humanos, es decir, separado del corazón y de la conciencia. 

Nuestra vida, por cosas que nos pasan a nosotras, a nuestros ancestros o en el colectivo, nos vuelven insensibles o violentas como forma de protección y supervivencia cerrando el corazón para no sentir tanto. ¿Y qué pasa? Al cerrar el corazón cerramos el puente que une la mente con el hacer. 

Para la mujer este es un gran problema porque el corazón es su verdadera inteligencia, lo natural en nosotras es la inteligencia del amor y la ternura, pero como estamos desconectadas y viviendo en la mente somos seres muy incoherentes en el sentir, pensar y el hacer 

¿Te ha pasado que alguien te gusta mucho, tanto que sientes que podrías enamorarte pero tu reacción es no hablarle, no acercarte, e incluso alejarte? 

¿Por qué? Por miedo; tendemos a castrar la acción e implotar. Esto se vuelve energía acumulada y caliente que asciende y al no ser usada o al ser mal usada genera caos y reacciones histéricas. 

Esto nos pasa a todos porque estamos condicionados a reaccionar con miedo al amor debido a las memorias ancestrales, personales y colectivas. 

Muchas culturas condenan el sexo, casi todas crecimos con religiones que ven al sexo mal y nos niegan a un nivel muy profundo el placer y el merecimiento. 

¿Te has sucedido que durante un acto sexual, además de tú y tu pareja, están presentes tus juicios, los juicios y prejuicios de tus padres, los paradigmas de la religión, de la sociedad, la expectativa, la culpa? 

En la fuente del gozo ya no gozas. Tu útero se pasma y reprime sin poder llegar a estados elevados de conciencia en donde la vida misma se manifiesta. 

Contrariamente en muchas regiones de oriente el acto sexual es visto como la fuerza creativa más poderosa del universo, la unión del femenino y el masculino como un camino de crecimiento espiritual. 

La invitación es a que redescubras tu cuerpo, pero para eso antes hay que destruir el cuerpo de tus papás, ancestros y memorias colectivas que habitan en ti. Es importante poder entender que ele sexo es hermoso, que está lleno de dones y liberación para poder dejar de crear grilletes energéticos que te atan al dolor, la carencia y la tristeza. 

A veces es difícil por que estamos desligados del merecimiento desde la concepción, al ser hijos de la inconciencia, del accidente, del alcohol o de la fiesta el merecimiento es algo que no  está en nosotras. Pero recuerda que a la divinidad no le importa nada de esto, para ella tú eres un gran sí merecedora de todo lo que existe, eres el gran sí de la energía masculina, el gran sí de la energía femenina, eres merecedora de todos los regalos y dones que tu padre y madre cósmicos tienen para ti. 

Sí al sexo, sí al amor, sí a la conciencia.

Sajeeva Hurtado.

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