Las cuatro mujeres que nos habitan. 

Mujeres y emociones. 

Este tema es para mujeres y hombres, para retornar a nuestra naturaleza femenina y para que los hombres puedan comprendernos más, en ocasiones nos han llamado incompresibles, complicadas, indescifrables... Las mujeres cambiamos durante el mes cuatro veces gracias a nuestra naturaleza biológica. 

Como aprovechar el potencial de las cuatro mujeres que nos habitan sin pelear con nuestra esencia? hace parte de la reconexión con nosotras mismas, nos hemos desconectado de nuestro femenino y masculinizado un poco por factores históricos, antes de que iniciaran las guerras las mujeres estaban a cargo del hogar y los hombres trabajaban afuera de la casa, pertenecían a ese mundo un poco diferente al de la mujer, luego de iniciadas las guerras estos hombres se enlistaron en los ejércitos y a la mujeres les tocó literalmente ponerse los pantalones y reemplazar a los hombres en el mundo laboral, empezaron a reclamar derechos y a incursionar en un mundo diferente, se nos olvidó que somos cíclicas, que tenemos unos rituales que ancestralmente nos han acompañado en nuestra historia de mujer. 

Las mujeres tenemos unas fases basadas en el ciclo lunar, cambiamos en el mes constantemente, la menstruación o sangrado al cual le hemos puesto peyorativos como: “Pacho” “enfermó” “la regla” etc., hemos generado un entorno negativo alrededor de un momento tan sagrado y natural, es la conexión que tenemos con la luna como representante de los arquetipos femeninos, debemos soltar esa mala fama que tiene nuestro sangrado, hay algunas tareas que podemos comenzar a realizar desde nosotras mismas, la primera es resignificar nuestra naturaleza y hablar del tema con nuestras madres o amigas de como fue el momento de su primer sangrado o como lo manejan o que sienten cuando entran en las diferentes etapas del mes, la segunda es empezar a tener un diario para escribir cuales son esos momentos y patrones de emociones y cómo los puedes observar en ti, a veces queremos estar solas o muy acompañadas, a nivel energético revisar cómo nos sentimos, en la ropa se refleja mucho en los colores que queremos utilizar y también en los sueños a veces se nos aumenta la actividad onírica. 

Hay algunos tips para aprovechar y disfrutar nuestra naturaleza, cada una tiene unas palabras claves que puedes ir anotando en tu diario y así identificar tus sensaciones, los seres humanos tenemos unos arquetipos más marcados en nuestra personalidad que otros, la idea es que nos nutramos de todas estas mujeres que no habitan y dependiendo del contexto podamos disfrutar ya aprender de cada una. 

Este ciclo lunar funciona asi: 

Primera fase, Mujer Espiritual: La contamos desde el primer día de sangrado y se le llama también la Sacerdotisa. Es un momento sagrado donde estas limpiando todo lo que pasó en el mes, en esta etapa necesitamos introspección y conexión con nuestras emociones, con la intuición, estamos conectadas con el lado oscuro de la luna, la luna nueva, a veces estamos en esta fase y no escuchamos nuestro cuerpo, por ejemplo no queremos ir a una fiesta a la muchos amigos irán, sentimos que queremos estar solas o en ambientes calmados pero no escuchamos esos ritmos del alma y en contra de eso vamos a la fiesta y no la pasamos tan bien como deberíamos y nos sentimos incomodas, en esta fase es un momento donde es propicio sacar ese espacio para pensarnos, pensar que estamos soltando, por ejemplo en un momento intimo como lo es una ducha conectarnos con el agua, agradecerle a nuestra luna o sangrado por venir. La Mujer Espiritual se conecta con su profundidad y con esa actividad que le genera paz desde su mundo interno. Podemos crear espacios en cada fase del mes para meditar y comprender que está pasando en nuestro cuerpo en cada mes, con incienso, elementos que nos conecten con esa espiritualidad, el lado oscuro de este arquetipo es cuando nos volvemos superficiales y no vemos ese mundo interior. 
Segunda fase, la Niña Interior: Este arquetipo está en la fase preovulatoria y representa la Líder Feliz, la energía comienza a aumentarse, la niña es alegre, juguetona, extrovertida, le encanta crear cosas y se vale mucho de su imaginación para hacer florecer sus ideas, por eso es una fase ideal para sentarte y darle forma a esas ideas y proyectos que tienes en mente y que de pronto has aplazado, es un espacio de creatividad en donde tienes esa disposición para estar más conectada con el afuera y con la vida, puedes escribir, pintar o tocar un instrumento. El lado oscuro de la niña es cuando no nos hacemos cargo de nuestra vida, cuando queremos las cosas a nuestra manera sin escuchar más opiniones y nos ponemos caprichosas. 
Tercera fase, La Madre: Este arquetipo se da en la ovulación, la madre es una mujer protectora, dadora, tiene capacidad para ayudar a los otros, materializa sueños, concreta esa energía que tiene la niña y la aterriza, en esta fase puedes escribir los objetivos planteados, es un polo a tierra, es un momento donde nos dan ganas de compartir, invitamos a comer a nuestra familia, queremos dar de nuestro tiempo a los demás. Hay momentos en donde esa madre se olvida de sí misma, se vuelve muy controladora o perseguidora, es el lado oscuro de este arquetipo. Energéticamente hablando hay una predisposición más alta a que esa energía esté muy vital y elevada. 
Cuarta fase, La Guerrera: Este arquetipo se da en la fase premenstrual, la guerrera nos ayuda a poner límites y a cortar de raíz situaciones que nos hacen sentir incómodas, tenemos claridad para cerrar o seguir con nuestros ciclos, también hay una conexión con la sexualidad es muy fuerte, estamos conectadas con nuestra sensualidad, con el coqueteo, queremos ponernos ropa que nos haga sentir más sexis. El síndrome premenstrual donde nos sentimos muy irritables, desesperadas o con mucha ansiedad se atribuyen a lo biológico pero es bueno que te preguntes qué está pasando en ese mes y porque estas sintiendo ese mal genio con los demás o porque has llorado todo el mes, es un llamado a reconectarnos con nuestra feminidad y honrar el ser mujer agradeciendo a nuestra luna cuando llega, desde nuestro vestuario con detalles que nos hagan sentir esa conexión con nosotras. 

En casa fase del mes integremos esa esencia femenina y compartamos con las personas que están a nuestro lado, explicar y hablarlo, eso nos da riqueza, sabiduría y fortaleza, nos hace vivir de una manera más plena porque hace parte de nuestra cotidianidad y no podemos seguir peleándonos con nuestra naturaleza, ayudémonos y ayudemos a las demás mujeres, podemos fluir con nuestros cambios y aprender de todas la mujeres que nos habitan. 

 

Ángela Cardona Gómez 

Psicóloga especialista en Terapia Gestáltica 

Master en PNL- Lider Coach. Directora de Mujeres Brillantes 

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