La pareja creativa y creadora.

¿Recuerdas haber dado un sorbo a una bebida muy caliente o a una bebida muy fría? La sensación en ambos casos seguro no fue agradable. 

Este ejemplo tan sencillo nos ayuda a visualizar el concepto de polarización, dos extremos de una misma cosa, en este caso temperatura. Lo más seguro, lo mas agradable y placentero sería beber algo templado, ni muy frío, ni muy caliente; algo neutral. 

Esto es lo que actualmente sucede con la energía sexual, está polarizada, dividida, enferma y herida tanto en hombres como en mujeres. Feminismo – machismo, matriarcado – patriarcado, esta realidad externa es la manifestación de cómo estamos cada uno@ por dentro, divididos, polarizados, heridos. 

Nos ha costado mucho comprender que cada uno lleva en su interior el gran sí del universo y que ese sí no es más que la unión de la energía femenina y masculina que en consecuencia vive en cada uno. Si comprendiéramos esto, sería más fácil darnos cuenta de que no hay ningún sentido en odiarnos y dividirnos, que si queremos cambiar y sanar nuestra realidad tenemos que reconciliar el femenino y el masculino dentro nuestro para luego proyectarlo al exterior. 

Para las parejas es muy importante hacer conciencia lo que cada uno tiene entre las piernas, ese centro de poder no es sólo para divertimos, ahí radica nuestra capacidad de crear, de materializar, de sembrar, gestar, respirar y parir realidad. 

El hombre tiene energía de sostén, en él residen todas las semillas para que juntos puedan crear infinidad de cosas. La mujer es tierra fértil que cobija esa semilla que no es necesariamente un bebé, puede ser lo que quieran, un proyecto, una idea, algo material. La mujer tiene todo el espacio y el potencial para gestar. El hombre tiene la varita mágica, una no hace mucho sin la otra. Así funciona el universo y la energía creativa; con el femenino y el masculino en sincronía y amor. 

La sexualidad consiente y amorosa es la herramienta mas poderosa que nos ha dado la creación para crear, es un regalo desaprovechado en lo individual y en pareja. Al ser las mujeres cada día mas masculinizadas y los hombres mas afeminados lo único que hemos producido es un desequilibrio global de la energía que ha derivado en trastornos como impotencia e infertilidad. 

Tu útero es el lugar de siembra de todo lo que quieras materializar, lo siembras, lo respiras lo pares. Con la energía del hombre puedes alimentarlo. Si cada pareja reconciliara dentro de cada uno ambas energías, juntos podrían expandir su potencial de crear a voluntad y con placer. 


Sajeeva Hurtado,

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