ALQUIMIA SEXUAL Parte IV 

El sexo energéticamente es el momento de mayor energía y apertura que experimenta el ser humano, es el momento donde la danza de dos cuerpos invoca a la vida misma y esto se hace presente. 

Los sentidos y la excitación están directamente relacionados. Los sentidos abren la puerta a la sexualidad o así mismo la cierran. Escuchar algo que no nos gusta puede acabar con nuestra excitación, tumbar una erección, así también escuchar algo que nos gusta puede generar lo contrario, toda la apertura. Relacionarnos con el sexo con mayor discernimiento y entrega, mejora esta experiencia de vida. Muchas personas aprender a vivir la sexualidad desde películas y revistas pornos, general un ideal de como deber ser el sexo que es muy lejana a la vida real. 

Es importante que las personas nos dejemos ver, nos dejemos oler, sentir degustar. Usar nuestros sentidos es la forma de conocer el mundo, así que es la forma de conocer nuestra pareja pero el tema en la actualidad es que la gente esconde sus olores, y sus formas se disfrazan y tintura sus verdaderos olores y colores a otros. Es por esto que propongo que recuperemos nuestro instinto animal. 

Puede sonar rudo o muy crudo decirlo, pero es más crudo andar probando y que nunca demos en el blanco, elegir nuestra presa por su olor porque se parece al olor de nuestra especie garantiza un poco más de éxito que seguir eligiendo un poco más por apariencia o por conveniencia, por la conveniencia sí que no comprende de sustancias y estímulos cerebrales químicos, así que por más conveniente que parezca el hombre para ser un compañero, si no te gusta, tu cuerpo seguirá recibiendo improntas de dolor y repulsión durante el sexo, porque este en la conveniencia se convierte en una parte a cumplir de un contrato pero mata la naturaleza salvaje de la mujer y conduce a la desconexión de su esencia femenina, porque si deja de aflorar su visión interna y huele y siente desde su interior su mujer salvaje la sacaría corriendo de esa situación. Pero la mente lineal y estratégica de la mujer no se lo va permitir. 

En el lugar de la mujer que sea sensual y sexual es urgente porque de ello depende la felicidad planetaria si las mujeres no estamos felices y satisfechas con nosotras mismas, perdemos la capacidad de conectarnos sensorialmente con la vida y sexualmente con el entorno, el gozo, la risa y hasta la raza humana se encuentran en peligro. 

Si la mujer no sale de una sexualidad lineal y una sensualidad autoimpuesta y no se conecta con su naturaleza cíclica, salvaje y sensorial, el sexo va llegar un momento en que no va engendrar más que tristeza y dolor y este dolor va ser parido y será la degeneración de nuestra raza. La mujer tiene en sus células, en sus sentidos y en su naturaleza salvaje, la capacidad para crear una nueva raza que realmente sea humana.

Sajeeva Hurtado 

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